lunes, enero 26, 2009

LA DECISION



Cuando estas a punto de entrar en una marea alta, en medio de una tormenta, sabiendo que es inevitable pasar por ahí, sabes que no te queda mucho tiempo, sabes que tu barca es débil, y que tu única fortaleza es tu convicción de que vas a capear la temporada y vas a salir airoso. Ese es el ánimo que te das cuando se te vienen momentos difíciles, intentas darte ánimos, tratar de no pensar en el peligro y soportarlo todo. El responsable eres tú, el capitán del barco, la decisión la tienes tu, y de ti depende esa gente que confía en ti, que sabe que vas a llevarlos a buen puerto y que sabrás tomar la mejor decisión y por eso ellos están contigo, confían en que esto pasara y acabara bien, que es cuestión de tiempo. Pero nadie es perfecto, puede fallarte el pulso, y cada tropezón puede ser mortal, cada paso puede resultar crucial, cada acción que tomes tienes que saber que hay una reacción, y de eso dependerá la suerte de la tripulación. No puedes dudar, no hay tiempo para pensar en alternativas, sabes que de todas maneras la tormenta afectara tu barca, hasta quizás la hunda, quizás haya caídos, que cuando todo va mal e intentas controlar la situación, la mano firme te señalara el final de la temporada, aun sabiendo que los daños colaterales pueden afectarte frente a la sociedad, sabes que cada decisión tomada, tiene responsabilidad asumida, y que el honor en estos casos es de valientes, el capitán muere con el honor antes de vivir en la vergüenza. No te puedes dar el lujo de caer en sensibilidades por más que las necesites, por mas escasez de comprensión que haya, por más absurdas que les parezcan a los demás, tu estas convencido de cada acción a tomar es la correcta, sabes que es lo mejor para la tripulación, sabes que esto demorara, que no será un simple ventarrón, será la decisión final. EXITO o fracaso. No hay ambigüedades, sabes que esto te marcara toda tu vida, marcara tu camino en los próximos años de tu vida, que te hará vivir con firmeza o vivir con el estigma de tener el fracaso en la frente. Pero aun así serás digno y honorable porque encaraste el problema, por eso, por más fuerte que sea la tempestad mas fuerte tiene que estar el alma, y sin contemplaciones asumir tu compromiso y tu responsabilidad.